Todas las palabras del lenguaje humano poseen dos tipos de significado, el denotativo y el connotativo. El primero obedece al significado objetivo, mientras que el segundo tiene que ver más con aquello que infiere el individuo.
Para dejar esto claro y sin adentrarnos en términos semióticos, diremos que por ejemplo, la palabra perro en su sentido denotativo es un animal mamífero cuadrupedo canino; sin embargo en su sentido connotativo puede referirse a un individuo muy estricto, acosador o incluso agresivo.
Claro que no sólo las palabras tienen esa cualidad… en realidad cualquier signo la posee; y en ese marco, hay que señalar que cualquier objeto es un signo… incluyendo los empaques.
En ese contexto, estos dos empaques son excepcionales, uniendo su sentido denotativo y connotativo en un solo. El primero es un empaque para pasteles de piña, mientras que el segundo es un empaque para postales de un barrio muy deteriorado. Una perfecta fusión de fondo y forma, de denotación y connotación.
Otra muestra contundente de que el diseño agrega valor a los productos y en ese sentido… Sólo el diseño disruptivo es memorable. [tti link=» Twittea esto.»]Sólo el diseño disruptivo es memorable.[/tti]