Cuando uno habla del Renacentismo piensa en Italia; de constructivismo, en Rusia; de expresionismo, en Alemania… pero de Muralismo… de Muralismo ¡en México!
El Polyforum Cultural Siqueiros es en sí un museo. Los 12 paneles exteriores del edificio y los 2, 400 metros cuadrados de pintura mural «La Marcha de la Humanidad», suman 8,700 metros cuadrados de una excepcional y única muestra representativa del movimiento denominado Muralismo Mexicano, que nació en 1920.
Se trata de la superficie mural más grande del planeta. Más grande incluso que la Capilla Sixtina. El autor de esta fantasía iconoclasta es David Alfaro Siqueiros, que junto con Diego y Frida, sean tal vez los artistas más reconocidos de la historia mexicana.
Hace unos días, tras la operación de Fidel Castro, en Cuba, al término de la visita de cortesía realizada por Hugo Chávez, Presidente de Venezuela, el gobierno cubano le obsequió un retrato del líder cubano, cuya autoría se atribuye a David Alfaro Siqueiros; la obra, durante algún tiempo, estuvo en el despacho del ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
No sé que sentí al ver tan maravillosa abstracción, tan espléndida muestra estética, ser intercambiada como regalo de una visita de cortesía; por un segundo quise arrebatarla y tenerla aquí, en el suelo del maestro. Creo que seguramente me ganó el orgullo mexicano y la añoranza de aquellos días en que nuestros pinceles eran tremendamente codiciados en el orbe. Luego de ellos, tan sólo breves destellos en la plástica han surgido… Germán Montalvo, Vicente Rojo, Gironella, Tamayo, Cuevas, Barragán, Sebastián… todos admirables en sus disciplinas y obras, pero nunca tan grandes ni exquisitos como los osados y rebeldes artistas que llenaron las pequeñas páginas de los libros con gigantescos colores de piedra.
[…] Hace unos días, hablando del regalo de Fidel a Hugo Chávez, hablábamos del movimiento artístico más grande de México y que sento las bases para la plástica actual. […]