Llega ya a las pantallas el libro de Stephenie Meyer, hoy ya objeto de culto, Twilight o Crepúsculo; historia de vampiros adolescentes con fuerte olor a Romeo y Julieta, donde se narra el amor imposible entre uno de estos seres sobrenaturales (Edward) y la joven (Bella) que… vamos, cualquiera, aún sin ser vampiro, querría morderle el cuello: Kristen Stewart.
Esperaremos a ver la cinta para poder emitir un mejor juicio, sin embargo hay dos detalles que llaman mi atención:
1) Creo que el diseño de portada del libro es mucho, mucho mejor que el cartel de cine ¿Por qué rayos los estudios siguen amando los posters con rostros en vez de desarrollos publicitarios mucho más inteligentes? Sí, sí… el peso actoral, el marketing de las personas y mas basura similar, pero… ¿no se podría hallar un equilibrio entre el burdo comercial y la brillante retórica?
2) Mucho se ha hablado de que los libros de esta saga desplazaron de su sitio privilegiado a los de Harry Potter… Si esto es así ¿A qué viene la similitud tan abrumadora entre las dos direcciones artísticas?