La semana pasada cayó Facebook, Instagram y WhatsApp a nivel mundial. ¿Qué lecciones aprender de ello?, ¿qué significa construir contenido en tierra rentada?, ¿lo estamos haciendo… y de ser el caso, es bueno o qué deberíamos hacer?
Fuera del brillante tuit de Twitter y de los miles de memes y comentarios jocosos que esto originó, ¿hay algo que como marcas debamos aprender del suceso? ¡Oh, sí! Platiquemos de ello brevemente.
¿Consumes reels en Instagram?, ¿videos en TikTok?, seguro que sí… es imposible no hacerlo. ¿Has mirado lo rápido que crecen las cuentas haciendo estos contenidos?
Esto es porque actualmente el algoritmo en dichas redes favorece a sus creadores. Es una fórmula muy utilizada por las redes sociales para lograr crecimiento. Marcas y personas pueden beneficiarse de ello. Sin embargo, una vez lograda la masa suficiente de usuarios, la red social reduce el alcance orgánico y entonces comienza a cobrar… justo como hoy hace Facebook.
Sin embargo, mientras dura el embrujo, es sumamente seductor para cualquier creador de contenido, sin importar si habla de moda, sustentabilidad, marketing, tecnología o RSE…
¿Cuál es el problema, entonces? De hecho son dos.
Problema uno
Los seguidores no son suscriptores… ¿Qué significa esto? Que tener mil, diez mil o cien mil seguidores es tener muy poco… no tenemos sus nombres ni correos, de modo que NO podemos enviar un mensaje garantizando que les llegará a todos. Estamos limitados por el algoritmo de la red social. Ella decide el porcentaje de a cuánta gente muestra tus contenidos… contrario a lo que sucedería si tuviéramos sus nombres y correos y les hiciéramos llegar el contenido por mail… como en un newsletter.
Es verdad que aún enviando los correos, la tasa de apertura no será del 100% pero definitivamente será más alta que el alcance de las redes sociales, y algo muy importante… sin importar si la o el usuario decide abrir el correo, es seguro que este llegará a su bandeja.
En ese sentido, un mail es infinitamente más valioso que un seguidor.
Problema dos
Si el día de mañana, el gobierno cerrara o limitara las redes (como ha sucedido en otros países); o si el mismo Facebook decidiera hacerlo; o si solo cerrara tu cuenta; o si la hackearan; o si simplemente Facebook decidiera cambiar su algoritmo y disminuyera casi a cero el alcance orgánico, (como ya lo ha hecho)… Si pasara cualquiera de esas cosas, y dependieras de las redes sociales para tu negocio o la estrategia de comunicación de tu marca… es muy probable que justo como ayer les pasó a millones por unas horas… perdieras todo, TODO. Contenido y seguidores.
Simplemente porque has cimentado en terrenos ajenos. NUNCA construyas una casa en una tierra que NO es tuya. Nunca pongas todo tu contenido en tierra rentada.
- Crear contenido en sitio es difícil, cierto. Hacer marketing de contenidos, lo es más.
- Buscar correos antes que seguidores no es tan sexy, es verdad. (Y subirlos a un CRM, es aún menos sexy).
- Ser constantes con la creación y el envío de un newsletter para mantener en contacto a nuestra audiencia, es complejo… ¡completamente!
- Hallar una manera de no caer en la seducción del social media y sus modas y solo usarlas como un apoyo, requiere de mucha fortaleza… ¡totalmente!
…pero HACER TODO ESTO es la única forma de tener una base de datos propia y que sin importar lo que haga Facebook o cualquier otro gigante, siga siendo tuya… y por lo tanto, nadie te arrebate el poder sobre tu audiencia, sin importar de qué vaya tu contenido.
Se trata de una inversión… mientras que lo otro es pura vanidad… y para comprenderlo mejor y cerrar, este jocoso reel. Parece chiste pero funciona como anécdota.
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