Un divertido par de piezas BTL para el zoológico de Toronto en Canadá, que responden de manera contundente a dos preguntas que se le necesitarían hacer a toda publicidad ¿Comunica nuestra marca de manera inconfundible? ¿Los persuade a adquirir nuestro producto o servicio?
Se trata de dos desarrollos; el primero, un libro para colorear de osos polares en su hábitat natural… es decir, animales blancos en entornos blancos. En sí, todo el libro, es una suerte de «tomada de pelo» porque las actividades sugeridas implican tamién dibujar cosas blancas; es decir, podemos encontrar instrucciones como «Dibújale al oso un disfraz de fantasma»; para complementar el librito se obsequian también unos crayones… blancos por supuesto. En este contexto sí, es un BTL algo frustrante pero que nos despierta la curiosidad de ver si efectivamente el ver a estos animales en su entorno natural es una experiencia tan nívea.
El segundo desarrollo transita por el mismo camino, un rompecabezas donde las únicas piezas con color son las de los ojos de los animales.
El desarrollo toma sentido si tomamos en cuenta que el Zoo de Toronto es categoría premier y que el recorrido estrella es el Tundra Trek, de más de 20 mil metros cuadrados, donde se aprecia a los animales de este ecosistema viviendo en condiciones naturales; un impresionante recorrido que incluso cuenta con vista submarina.
¿Cuántos zoos se precian de tener animales tan peculiares viviendo en su entorno natural? ¿Cuántas veces podemos darnos el lujo de que nuestra marca sea lo único impreso de distinto color al resto del material? ¿Cuántas veces la curiosidad de no mostrar nada, despierta la necesidad de ver el todo?
Un material fantástico ideado por Lowe Roche.