¿Qué es ser inteligente? Estamos mal acostumbrados a pensar que si un joven obtiene excelentes calificaciones es una persona inteligente. Completamente alejado de la realidad. El chico puede tener una excelente memoria y ser poco menos que un bruto en cuanto a inteligencia se refiere. En el diseño, en el marketing, en la publicidad sucede los mismo. No siempre los mejores alumnos suelen ser los mejores profesionales.
¿Por qué sucede esto? Porque el término inteligencia proviene del latín intelligentia, que a su vez deriva de inteligere. Es pues una palabra compuesta por otros dos términos: intus (“entre”) y legere (“escoger”). De modo que, el origen etimológico de inteligencia hace referencia a quien sabe elegir: la inteligencia posibilita la selección de las alternativas más convenientes para la resolución de un problema. En este sentido, sí, saber mucho es un paso para ser inteligente, porque las elecciones se facilitan al tener más bagaje de donde escoger, sin embargo, el cúmulo de conocimientos es la herramienta y no el fin.
Para muestra, una hamburguesa.
¿Cómo impulsar las ventas de McDonald´s en Halloween? A muchos se les ocurriría la vía más fácil: promociones. A otros, con más inteligencia, se les ocurrió esto. Ligar el concepto «trick or treat» a la hamburguesa.
Un diseño impecable, limpio, que comunica sin palabras. Una belleza minimalista sin duda. En el marketing, a veces, decir menos, es decir más. [tti link=» Twittea esta frase»]En el marketing, a veces, decir menos, es decir más.[/tti]
Totalmente de acuerdo. En Marketing y Publicidad, muchas veces decir menos es más. El consumidor es bombardeado continuamente por un sinfín de información, y conseguir captar su atención, transmitirle un mensaje, con una sola imagen puede significar el éxito de una campaña.
Saber hacer publicidad es de mucha importancia teniendo en cuenta la gran cantidad de opciones que poseen los consumidores actuales para comprar un mismo producto.