Una buena dosis de humor y picardía siempre se agradecen en publicidad; más cuando el factor persuasivo está implícito en ello.
El diseño aquí mostrado es un buen ejemplo. En este anuncio se le confiere tanto valor a una Pepsi como para convertirla en factor de negociación ante situaciones únicas en la vida.
Divertido, interesante, inteligente.