La mayoría de los líderes empresariales aseguran que el centro de su negocio es el cliente y que esto es el factor principal de su éxito empresarial; sin embargo, los líderes más eficaces saben que hay algo aún más importante que el cliente en el corazón de una empresa: el propósito.
De acuerdo con Tim Williams, el propósito de tu empresa debe ser tu razón de ser. Es el «por qué» en tu modelo de negocio. No hay que confundir esto con «las típicas y débiles declaraciones de misión» que cuelgan en los vestíbulos de un sinnúmero de empresas de todo el mundo y que pasan desapercibidas por no ser originales ni motivadoras. Como dijo una vez Stephen Covey, «Muchas empresas tienen declaraciones de misión, pero muy pocas de ellas tienen una misión.»
¿Por qué pensar en tu marca como un movimiento?
La importancia de los movimientos radica en su significado, no en el mercantilismo. Los movimientos son acerca de hacer una diferencia en el mundo; inspiran a la gente; están llenos de sentido, están impregnados de propósito.
Un propósito crea en la empresa la sensación de estar comprometido con algo que es honorable, casi una cruzada. Esto genera no sólo una compañía de trabajadores, sino una compañía de creyentes.
El propósito va antes que las ganancias
No voy a tirarme al suelo de los idealistas y decirte que no debes pensar en las ganancias… sería torpe, necio y sería mejor que cerraras este post; no hay duda de que tu empresa y tu marca deben tener un objetivo económico definido por el ingreso y el crecimiento; por desgracia, el objetivo económico recibe más atención de la que necesita o merece, porque es sólo un fin; no es el medio. El medio para el éxito de un negocio es un propósito humano que trasciende el ganar dinero. El máximo experto en el management, Peter Drucker, enseñó que las ganancias no son la razón de existir de una empresa, sino solo una prueba de su validez.
En la cinta Jerry Maguire, cuando todo mundo le da la espalda al idealista manager deportivo por expresar cómo debía ser el nuevo rostro de su empresa, al ser despedido, la única chica que decide seguirle, le confiesa que lo hizo por una sencilla razón:
No es ninguna coincidencia que las 50 marcas de más rápido crecimiento en los Estados Unidos tengan una cosa en común: tienen un ideal que trasciende el ganar dinero; existe una clara relación causa-efecto entre los ideales fuertes y sólidos resultados financieros.
Muchos líderes empresariales creen que lo que se necesita para motivar a la gente es la promesa de éxito financiero: la oportunidad de ganar más si trabajan más. Los trabajadores del siglo XXI, los millennials, tienen motivaciones totalmente diferentes.
Basado en cuatro décadas de investigación sobre la motivación humana, el autor y estudioso del comportamiento humano Daniel Pink muestra que en el trabajo, el secreto para un alto rendimiento y satisfacción es…
«la profunda necesidad humana de dirigir nuestras propias vidas, de aprender y crear cosas nuevas, y de mejorar por nosotros mismos y por nuestro mundo.»
En otras palabras, los elementos de la verdadera motivación no son aumentos ni bonos, sino más bien la autonomía y el propósito.
¿Quieres un ejemplo de lo que estamos hablando? Te lo doy en una frase que es propósito, filosofía y grito de batalla en Virgin: Screw it, let’s do it!
¿Quieres otro? A que reconoces este (¡puedes googlearlo!)
¿Y qué tal este que definía a detalle lo que quería decir Think Different? Por supuesto hablamos de Apple.
¿Viste la cinta Walter Mitty? ¿Recuerdas que en esa cinta la revista LIFE tenía también uno?
Cuando te preguntes por el propósito de tu marca no respondas vender café, tubos, cemento, viajes, alimentos o cualquier otro bien o servicio; eso solo es el objeto de tu negocio, no el propósito… Pregúntate ¿por qué existimos? ¿de qué manera haremos un cambio en el mundo? ¿La gente aquí cree en ello o solo son palabras huecas que pusimos en una pared?
Una vez que lo hayas comprendido podrás proyectarlo, al interior y al exterior y entonces tener una marca, que sin importar su tamaño inspire, tanto a propios como extraños.
Realiza las preguntas correctas
Definir el propósito de tu negocio es una actividad que requiere de mucha atención, pero puedes comenzar explorando estas 12 preguntas en conjunto con tu equipo más cercano:
- ¿Por qué en lo personal eligimos trabajar en este negocio en primer lugar?
- Además del sueldo, ¿qué es lo que nos inspira o motiva a venir a trabajar cada día?
- Como empresa ¿tenemos algunas expectativas extravagantes o no razonables acerca de este negocio?
- ¿Qué avance nos gustaría lograr o qué problema complejo nos gustaría resolver?
- ¿Qué nos gustaría crear que no haya existido anteriormente?
- ¿Qué queremos conseguir sabiendo que lo lograremos?
- Si estuviéramos liderando un movimiento en lugar de un negocio ¿acerca de qué sería?
- Si nuestros colaboradores fueran voluntarios en lugar de empleados ¿cuál sería el interés de los voluntarios?
- ¿A qué o a quién admira nuestra empresa? ¿Qué es lo que predicamos?
- ¿Cuáles son los obstáculos en nuestra cruzada?
- Además de producir resultados, ¿cuál es el valor más importante que nuestra empresa ofrece a sus clientes, a la comunidad empresarial, o a la sociedad en su conjunto?
- ¿Qué legado queremos dejar?
La gente trabaja mejor y más arduamente cuando son desafiados.
En este sitio hemos mostrado varios casos de los cambios que se producen cuando los colaboradores se inspiran y cuando el propósito se vuelve acción ¿Recuerdas las vacaciones solidarias de Telefónica?
El riesgo no radica en hacer su trabajo demasiado grande, sino demasiado pequeño. Las personas más entusiastas y que más contribuyen a la empresa son a las que se les dan grandes metas y grandes objetivos de trabajo. Dale a tu equipo algo para alcanzar, algo a lo que aspirar, y encenderás un fuego que arderá en todos.
Recuerda, las empresas verdaderamente excepcionales no están tratando solamente de servir a sus clientes, sino de cambiar el mundo de alguna manera.