Como una innovadora táctica de marketing, Emart lanzó en Corea del Sur, un ingenioso QR que funciona con la luz solar. Si bien vale la pena maravillarse con el ingenio de la activación, yo buscaría leer entre líneas tratando de enfatizar algo más: Marketing no se trata de crear aplicaciones glamorosas, sino funcionales. [tti link=» Twittea esta frase»]Marketing no se trata de crear aplicaciones glamorosas, sino funcionales.[/tti]
Suele pasar que los publicistas, los mercadólogos y creativos vemos los anuncios de Cannes o navegamos por sitios como Ad Age y quedamos encantados con la creatividad y no podemos esperar la oportunidad para desarrollar algo similar. La realidad es que no deberíamos hacerlo. Cada problema en marketing es único y especial y nos ofrece la oportunidad de pensar una solución completamente original.
Para ejemplo el QR de Emart ¿Se hizo para ser viral? ¿Se hizo para que todos habláramos de lo brillante que fue el desarrollo? Por supuesto que no. Su realización tuvo el objetivo claro de resolver un problema. En este caso, la baja de ventas que Emart presentaba durante el medio día.
En este marco, Emart SunnySale es una promoción para exteriores que solamente funciona con la combinación que la luz solar y las sombras producen entre las 12 y 13 horas. Quienes logran escanear el código QR durante este transcurso de tiempo, acceden al sitio web de Emart, donde encuentran ofertas y hasta un cupón de descuento de 12 dólares. El consumidor compra desde la app de la tienda en su smartphone y los productos son entregados a domicilio.
Y claro, como buen desarrollo de marketing, la ejecución fue capaz de generar un sólido ROI: La activación, que inició con sólo 13 locaciones, brincó a 36. Se redimieron más de 12,000 cupones; las membresías aumentaron 58% respecto del mes anterior y se incrementaron las ventas en un ¡25 por ciento! a la hora del lunch… y sí, también se volvió viral.
Esto sí es hacer marketing… y no simples anuncios divertidos.
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