Es bien conocido lo que sucede al llegar a cualquier cadena de hamburguesas: la foto del menu board NUNCA coincide con el producto… nos hemos acostumbrado a ello, sin embargo, parece ser que comienza a ser una pauta para la publicidad en otros productos.
Es bien sabido que la publicidad para perfumes y moda es de lo más glamorosa, de lo más cara y por tanto la que más lujos puede permitirse, sin embargo cuál es el límite.
En este nuevo gráfico, de acuerdo con expertos en el tema, Keira ha sido retocada bastante (ya había sucedido con ella en anteriores anuncios e incluso en posters de sus cintas): se le ha agrandado notoriamente el busto, se le han abrillantado los ojos, se le han quitado marcas de edad, se le ha suavizado la piel… en fin, prácticamente se le ha perfeccionado. Claro, el resultado es espectacular; sin embargo ¿La compra de la fragancia, realmente hará sentir así al consumidor o la disonancia cognoscitiva será tan fuerte que pueda afectar la lealtad a la marca?
De modo que sería interesante un estudio para saber cuántas personas se convierten en clientes leales de estos productos (no de sus marcas) con modelos perfectos y precios elevados; tal vez sean pocos y todo este marketing esté enfocado a ser un «big one shot» y a preparar otra cosa…
Por si fuera poco, comienzan a surgir voces en los Estados Unidos, criticando fuertemente estos trabajos de Photoshop, haciendo creer a los consumidores que pueden acceder a arquetipos que francamente son irreales. Un problema que incluso es coadyuvante en serios desórdenes alimenticios como la anorexia y la bulimia.
Al día de hoy y tras preguntar a un vocero de la marca si la imagen de Keira había sido manipulada, lo único que dijo es «we have no comments» lo que en mi español significa «por supuesto que sí pero no soy tan torpe para decirlo.»