» Se trata de un problema de calidad contra cantidad. En México, las agencias de publicidad y los despachos de diseño están acostumbrados a hacer mucho con poco talento, cuando debiera ser a la inversa; pero hay tanto que hacer, que no queda tiempo para pensar.
El nombre de este filósofo diseñador es Alejandro Cruz, egresado de la Escuela de Artes y Oficios en Basilea, Suiza. Su formación europea le había cambiado por completo su modo de pensar y, gracias a ello, los proyectos en los que trabajaba, mostraban una calidad muy superior al promedio.
Hace unos días, estando en contacto directo con cierta agencia, pude comprobar lo que me había dicho. Para satisfacer la demanda de uno de sus clientes mayores, disponían de sus diseñadores como simples manufactureros y no como entes pensantes… En un mundo donde todo urge, nada tiene la posibilidad de sobresalir; los proyectos se tornan tan sólo en una media gris.
» ¡Cuánta razón tenía Alejandro! » pensé tras presenciar esa experiencia y después encontrarme con esta belleza de anuncio para la ópera rusa. Un anuncio cuya producción podría ser de unas cuantas monedas… pero cuya idea vale muchos miles de dólares.
Pensar vs. Hacer. Cantidad vs. Calidad. ¡Cuánta razón tenías, Alejandro!