En lo personal soy una persona antigraffiti. Sé que es una expresión urbana, sin embargo considero que sólo afea las ciudades confiriéndoles aspectos temibles y sórdidos, por decir lo menos. No obstante, toda regla tiene sus excepciones y en estos casos, detrás del artístico alarido citadino, indudablemente existe diseño, mucho cerebro y una invitación a reflexionar.
Me gusto mucha la frase del primero, además creo que está bien ubicado, porque la pared, en una parte está como descolorda, y donde está el graffiti, no. Como que en ese lugar «había» algo, y ahora no está ese «algo» pero hay otra «cosa» que no podemos ver, el mensaje del graffiti.
Aprovecho este comentario para felicitarte por este blog, al que entro día a día y al cual tambien estoy suscripto.
Saludos desde Argentina.
milton.rosario@gmail.com
Mil gracias por las palabras y sí, de los presentados, también es mi favorito.