En otra ocasión ya habíamos hablado de la importancia del Factor WOW! en nuestros días y de cómo esta cualidad podía romper incluso los paradigmas más cerrados.
El Factor WOW! es el conjunto de propiedades de un objeto, persona, diseño o entidad que sorprende gratamente a un observador… y en muchas ocasiones hace que los consumidores generen verdadero afecto para con algunas marcas debido a su profundo componente emocional; es fácil verlo con marcas como IKEA o Apple.
¡Claro! —Exclamarán muchos— es fácil hablar de Factor WOW! cuando hay detrás un corporativo de ese calibre y los objetos que se diseñan son muebles suecos o iPhones.
La verdad es que no… El Factor WOW! no depende de grandes empresas, depende de ideas; y para muestra, cinco utensilios comunes de casa… instrumentos simples de nuestro día a día… que a través de romper su concepción aburrida, pudieron convertirse en esto:
¿Te gustan los huevos tibios? Seguro después de mirar al Rey Arturo no querrás servir los tuyos de nuevo en una aburrida taza.
¡Ah, sí! El viejo problema del agua que se escurre de los trastes recién lavados… ¿Y si el escurridor tuviera la trompa de un elefante para desechar el exceso de líquido?
Y ni qué decir del problema cuando hay que dejar semidestapada una olla para que el agua se vaya evaporando mientras el alimento se cuece… ¡Ya deja de meterle una cuchara y mejor deja que este pequeño haga el trabajo!
¿Puede haber algo más aburrido que los acomodadores de libros para repisas o muebles? Además de que son una fastidio porque siempre se mueven, son bastante sosos ¿no es cierto? Hasta hoy…
Todos hemos querido un perchero en el cual aventar el saco o chamarra al llegar a casa, pero suelen ser caros y nunca cuadran con la decoración ¿Y si lo hacemos de vinil adherible y al final solo colocamos un pequeño colgador de pared en la punta de una rama?
No, no son electrónicos, no pertenecen a marcas de lujo, no están grabados con oro ni se conectan a internet. Solo son cinco objetos de uso cotidiano, cinco cosas normalmente aburridas a las que a alguna persona se le ocurrió cambiar su diseño y aderezarle un poco de Factor WOW! para que al resto nos hiciera exclamar —¡WOW! ¡Quiero uno! ¿Por qué a nadie se le había ocurrido?—
El factor WOW! suele ser ese pequeño extra que en vez de hacer que bajes los precios para competir, te permite incrementarlos ¿Tu negocio pdiera hacer lo mismo?
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