Las estrategias no son divertidas. Consumen mucho tiempo, son demandantes y exigen inteligencia y arduo trabajo… pero por desgracia son necesarias.
Hoy más que nunca, en medio de la vorágine que son los medios de comunicación social, el tener una estrategia clara es esencial en tu marketing de contenidos. Si no tienes una estrategia definida te estás hundiendo; y lo que es peor, debido a la naturaleza sin restricciones de las redes sociales, todo el mundo te verá hacerlo hasta desaparecer.
No se puede ocultar la falta de una estrategia social ¿Cómo saber si se carece de una? Hay tres señales muy simples que la delatan.
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No atiendes tus plataformas
LinkedIn no es Facebook. Facebook no es Twitter. Twitter no es Google+. Las plataformas de medios sociales pueden estar interconectadas, pero en esencia, cada canal es una isla.
Los usuarios de LinkedIn son educados, relativamente maduros y profesionales. También están hambrientos de contenido de calidad. Quieren noticias y puntos de vista profesionales, perspectivas de la industria, oportunidades de carrera, información clave de negocio y, por supuesto, grandes artículos editoriales. Ellos no quieren spam o constantes actualizaciones de ventas.
Es posible por ejemplo encontrarse con una charla TED en esta red, siendo que es una invitación a ver un video ¡de 18 minutos!
Facebook es el polo opuesto. Los usuarios no buscan leer artículos largos o relacionarse profesionalmente. Ellos inician sesión para conectarse en el chat, para participar, para dar likes a cosas divertidas o de sus amigos… están allí para entretenerse… incluso para simplemente decir qué canción están escuchando.
Si LinkedIn es para uso profesional y Facebook es para uso personal, Twitter se encuentra en algún punto intermedio. Los usuarios de Twitter quieren noticias. Pero también quieren socialización. Ellos quieren ser informados, pero también quieren ser inspirados y entretenidos. Ellos quieren aprender, compartir, comunicar, participar, responder, y acceder a las personas, tanto dentro de su círculo como fuera de él. En una palabra, este público quiere conectividad.
Y así podríamos hablar de cada una de las distintas redes…
El punto es: conoce tu plataforma. Ya sea que estés usando Pinterest, Instagram, YouTube o Tumblr, tienes que saber lo que quiere tu público y dárselo. Tu audiencia de Facebook no quiere largos artículos y tu público de LinkedIn no quiere citas de motivación y hashtags.
Si estás utilizando el canal equivocado para los tipos incorrectos de contenido, es bastante evidente que
a) No entiendes realmente los medios sociales
b) En realidad no tienes una estrategia.
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Duplicas tu contenido
Esto se relaciona con la primera señal. Todos los canales de medios sociales son diferentes y por lo tanto cada canal necesita estar al día con diferentes contenidos. Esa actualización de estado que escribiste para Facebook no puede simplemente copiarse y pegarse en todas tus otras cuentas sociales a menos que desees revelar una falta de estrategia.
Ahora, eso no quiere decir que no se puede reutilizar el contenido social, puedes y debes hacerlo. Pero es la duplicación flagrante masiva lo que hay que evitar.
Por ejemplo, digamos que recientemente has escrito un post. Es lógico que desees compartirlo a todo lo largo y ancho posible, a través de todos los medios a tu disposición. Comparte el mismo blog, por todos los medios, pero enmárcalo de forma diferente en cada canal. Podría verse como algo así:
Facebook:
Mira como la redacción le habla a la persona, no a la marca, y busca acicatear su ego para lograr un click.
Twitter:
Aquí es distinto, la redacción habla sobre las marcas y abre la ventana a un contenido del que se puede aprender; incluso la imagen no es tan jocosa como en Facebook; aquí ya muestra a un ejecutivo en vez de una estatua llorando.
LinkedIn:
Acá el enfoque es totalmente empresarial, enfatizando un problema y la posible solución.
¿Ves la diferencia?. Aunque se está compartiendo el mismo artículo, no se está simplemente pulsando copy paste en las diferentes cuentas sociales. Diferentes audiencias requieren diferentes ganchos. La prueba más clara de que alguien carece de estrategia es repetir el mismo mensaje en todas las redes.
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No conoces la frecuencia de publicación
Una vez más, esto se remonta al primer punto. Si vas a publicar en las redes sociales, tienes que saber cuándo, cómo y qué.
¿Publicar 5 veces al día en LinkedIn? Mala idea. ¿Actualización de Twitter una vez al día? No es bueno.
El no saber el número de veces al día que debes publicar significa que no tienes una estrategia sistemática de medios sociales. NO HAY REGLAS Y QUE LO RECUERDES ES MUY IMPORTANTE… pero como una guía rápida, esta es la frecuencia con la que podrías publicar:
- Facebook – 1-2 veces al día
- Twitter – 4-8 veces al día
- LinkedIn – 1 vez al día
- Google+ – 1-3 veces por día
- Pinterest – 2-5 veces al día
- Instagram – 1-3 veces por día
- YouTube – 1-4 veces al mes
Con estas cifras en mente, se vuelve aún más claro el por qué diferentes canales requieren diferentes tipos de contenido y diferentes enfoques. Conocer la frecuencia es parte de tener una estrategia sólida en su lugar. Pasarlo por alto, sin embargo, es un claro indicativo de que no estás muy seguro de lo que estás haciendo.
En palabras de Cory Torrella: «Una marca carece de valor si no se conecta con la audiencia correcta de una manera relevante.»
Se lo debes a tu negocio. En tiempos como los que vivimos, no puedes correr el riesgo de parecer un aficionado en los medios de comunicación social. Es hora de hacer el cambio.