El marketing de contenido o content marketing es, como ya se ha dicho con anterioridad, quizás la tendencia más fuerte de la disciplina en la web. Sin embargo, si se trata de generar contenido que le interese al usuario ¿cómo hacer para colocar publicidad en él? La respuesta es disfrazándola de contenido. Recuerda… La mejor publicidad es la que no se siente como publicidad. [tti link=» Twittea esto»]La mejor publicidad es la que no se siente como publicidad.[/tti]
¿Qué es la Publicidad Nativa?
El Caballo de Troya enseña marketing de contenido
¿Recuerdas la historia del Caballo de Troya? Tras mucho tiempo de guerra, los griegos no habían conseguido doblegar a los troyanos, quienes se refugiaban detrás de su muralla. La única forma en que las fuerzas griegas lograron penetrar en Troya fue fingiendo entregar como regalo de buena voluntad un enorme caballo, que en realidad escondía al ejercito que a la postre terminó ganando la batalla. Esto que acabo de referir es exactamente lo que pasa con la publicidad en internet cuando trabaja con el marketing de contenido.
Los consumidores se hallan refugiados detrás de su gran muralla. Tras años de publicidad invasiva ya no quieren saber nada de ella. Sin embargo, le abren la puerta de buen agrado a todas las páginas que les resuelvan dudas o les entreguen resultados en sus búsquedas (inbound marketing). La única forma en que los anunciantes logren llegar a ellos y cumplir su objetivo, es generando publicidad que vaya dentro del contenido, a eso le denominamos publicidad nativa o… dicho de otra forma, un caballo de Troya. [tti link=» Twittea esto»]Publicidad Nativa… un bonito caballo de Troya[/tti]
¿Cómo es la publicidad nativa?
Lo más interesante de esto es que muy seguramente ya la has recibido. Si eres afín a Twitter seguro es que ya has visto tuits patrocinados. Das un search y de pronto, hasta arriba, un tuit que caza misteriosamente con tu búsqueda, se despliega… y si actualizas para ver más tuits, éste sigue apareciendo. Un anuncio disfrazado de contenido, un bonito caballo de Troya que ha saltado tu muralla y ahora está en tu stream.
En Tumblr y Facebook sucede también; en esta última red la puedes ver con las historias patrocinadas que se filtran en los streams de forma natural, como cualquier actualización, pero es contenido pagado. Cualquiera de nosotros si tiene un blog, puede impulsar algún post para ganar tráfico dando unos dólares a Facebook ¿Es caro? Yo diría que es bastante moderado; puedes empezar con 30 dólares por asegurar ser visto por un público de 19,000 a 36,0000 personas en esta bestial red social… nada mal ¿no es así?
Algunos señalan que los AdWords podrían clasificarse como la incipiente primera forma de este tipo de publicidad (al ser contextual), sin embargo hoy hay otras formas más sofisticadas y la creatividad misma es el límite; aún no hay muchas métricas estandarizadas porque esto es demasiado nuevo, tiene muchas variantes y habrá que ver cómo evoluciona: diversificaciones del marketing de afiliados, enlaces y posts patrocinados por una marca o incluso por varias, posts que hablan de marcas, posts que incluyen productos, videos, imágenes, música…
Un ejemplo espléndido es el post de BuzzFeed, 14 Things We’d Only Read In The Bathroom, anunciando con mucho humor, productos de Amazon ligados a un tema que es viral desde el título per se. También está el de The Onion donde literalmente y sin empacho te piden que hagas click en sus banners. Por supuesto que muchos bloggers especializados tienen un área de oportunidad enorme, y si no me creen, pregúntenle a los de moda, life & style o al mismo Mashable.
¿Es nueva esta forma de hacer publicidad? ¡Por supuesto que no! La publicidad ha mezclado códigos desde hace muchos años. Ejemplo de esto fueron en su momento los infomerciales o los publireportajes. Pirelli, cuando Uma Thurman era la superestrella en Kill Bill le pagó por aparecer con dicha caracterización en una película web de ocho minutos donde anunciaba sus llantas. Hoy, la publicidad nativa es la potencial nueva cara de la publicidad en internet, pero solo está haciendo lo que sabe desde hace muchos años: mezclando los códigos, lo que definitivamente sí hace la experiencia web más sofisticada. Claro, que hay que tener ingenio, un buen plan y métricas establecidas para poder ejecutar con éxito este tipo de acciones que cada día se vuelven mucho más targetizadas.
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