El futuro es digital, suelen decir. No. Error. El presente lo es. Y aquello que no esté virando, está condenado a desaparecer. Y no me refiero sólo a la web, sino en sí, a todo el ecosistema digital. Apps, outdoors, mobile, geolocation, social media… la frontera online-offline cada vez se vuelve más difusa; el término, más ambiguo.
Hace unas semanas tuve la inmensa fortuna de estar en Nueva York, y parado en medio de Times Square me dije: lo estático, lo impreso, lo fijo, está muerto; está muerto desde hace años. La esquina del mundo hoy está completamente digitalizada, y no me refiero sólo a los grandes espectaculares, sino incluso a las pequeñas marquesinas, a los menús de los restaurantes, a los pequeños anuncios para promociones de las diminutas tiendas, todo está digitalizado ¿Cuánto tiempo para que esta revolución cubra la publicidad exterior del mundo? Menos de cinco años. Asegurado.
La industria del periódico impreso en Estados Unidos está destinada a desaparecer en el próximo lustro, según dictan los pronósticos; la misma revista Newsweek, después de 79 años, en enero dejará de editarse en papel y sólo será digital. Las relaciones sociales son más frecuentes ahora en plataformas como Facebook, Twitter o Pinterest; las promociones brincan a la geolocalización y al performance marketing; los críticos especializados desaparecen ante el poder de colectivos como TripAdvisor; la música ya no se compra en discos, sino en unidades en tiendas digitales; los editores tienden a desvanecerse ante el poder de la autoedición y la comercialización en sitios como Amazon; los aviones apuestan por el wifi; se mueren las primicias ante la velocidad de los tweets; cualquiera puede estudiar online en las universidades más prestigiosas del orbe sin moverse siquiera de su escritorio; cualquiera puede comprar un libro o bajar una película en apenas segundos; cada vez más parejas se conocen en internet; las transacciones bancarias, los resultados clínicos, las contrataciones de los más exigentes headhunters se hacen online; hasta la meditación yoga y el ejercicio físico se ven invadidos por la tendencia, desde disciplinas de alta exigencia hasta bailes de zumba, en solitario o incluso en compañía de personas al otro lado del orbe. Todo lo que pueda volverse digital, será digital. Punto. [tti link=» Twittea esta frase»]Todo lo que pueda volverse digital, será digital. Punto.[/tti]
Para muestra, una campaña en el mismo Times Square de Nueva York… brillante en su concepción, digital en su exposure, twitter en su mecánica… el resultado es abismalmente bueno.
El futuro, simplemente es hoy.
[…] al recorrerlos en uno u otro sentido. Y eso es, precisamente, lo que muchas empresas hacen con el entorno digital y de experiencias de los consumidores: con sus estrategias tradicionales, recorren constantemente […]