El Dr. BJ Fogg, ponente el día de hoy en el Special Management Program-Marketing Digital de HSM México, es el responsable del Stanford Behavior Design Lab.
Su trabajo analiza y estudia cómo los productos informáticos pueden ser diseñados desde la óptica básica del comportamiento humano. Fascinado por el impacto y la psicología de Facebook, se fijó como objetivo encontrar a través de sus cátedras e investigaciones, los factores que persuaden a los usuarios a ejecutar ciertos comportamientos como descargar aplicaciones o utilizar ciertos servicios. Por sus clases han pasado alumnos que posteriormente lanzaron proyectos tremendamente exitosos, como la gente de Instagram, Pulse o Friend.ly
Al iniciar su ponencia BJ Fogg explicó que el esquema para generar proyectos exitosos ha cambiado en los últimos diez años. Hace una década debía existir mucha planeación, una actitud cuidadosa y un proceder pausado. El día de hoy no puede ser así. Hoy, los proyectos deben ser pequeños y rápidos; tener invertida mucha gente y mucho tiempo en un proyecto puede ser sinónimo de fracaso. Al igual que cuando diseñamos una máquina, primero debemos generar un concepto muy simple y ver si funciona. Se necesita valor para mantener un proyecto así. Todo lo grande comienza siendo pequeño. [tti link=» Twittea esta frase»]Todo lo grande comienza siendo pequeño[/tti]
Para probar lo anterior BJ Fogg citó a Google, que comenzó siendo un pequeño motor de búsqueda muy simple; prosiguió con Facebook, Twitter y otros desarrollos que hoy son la élite de la web. Una vez que funciona la máquina… por sí sola comienza a crecer. En las palabras propias de BJ Fogg: Avoid the big brain trap.
Y es que el mundo es complicado pero los seres humanos no lo somos, somos creaturas de hábitos. Si nos ponemos a analizar los proyectos online realmente exitosos son simples creadores de hábitos, como compartir en Twitter, subir fotos a Instagram, dar Like en Facebook, hacer +1 con Google o compartir nuestra posición geográfica con 4sq. Son modeladores de hábitos muy simples… o como el los llama, son diseñadores de comportamientos.
Para diseñar un comportamiento se busca un hábito que se quiera cambiar o desarrollar y después se es específico con la acción que se ejecutará para ello. Muy seguramente la gente de Facebook no comenzó diciendo quiero generar una red social de 800 millones de personas… no… simplemente pensaron qué hábitos tiene la gente y la respuesta fue: relacionarse. De allí, el siguiente paso debió ser: cómo buscan relacionarse específicamente y después, cómo podrían hacerlo simplemente. Diseñar comportamientos.
Más relevante aún es que este diseño de comportamientos no se limita a los desarrollos online, sino que se extrapola al mundo de los negocios. Pensémoslo con preguntas simples que pudieran plantearse hoy mismo: ¿Qué debe dejar de hacer mi compañía? ¿Qué debería estar haciendo? ¿Qué puede comenzar hacer ya? Preguntas simples y respuestas muy precisas ayudan a diseñar comportamientos que conduzcan a desarrollos exitosos… sin importar si hablamos de nuestra jornada personal, de desarrollos online o trascendentes proyectos corporativos. El secreto es diseñar comportamientos sencillos, precisos pero trascendentes para el objetivo.
Y es que a veces, lo simple resulta ser más complejo que lo complicado ¿No es así? Lo que me recuerda el llamado Principio KISS (Keep It Simple, Stupid) [tti link=» Twittea esta frase»]El Principio KISS (Keep It Simple, Stupid)[/tti]
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